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Bogotá marca un giro geopolítico: el Sur Global se levanta en defensa de Palestina

El Medio
  • julio 17, 2025
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Bogotá marca un giro geopolítico: el Sur Global se levanta en defensa de Palestina

Con una declaración sin precedentes y un paquete de seis medidas diplomáticas y legales, culminó en Bogotá la Conferencia de Emergencia sobre Palestina, convocada por el Grupo de La Haya y liderada por Colombia y Sudáfrica. El encuentro, que reunió a delegaciones de más de 30 países del Sur Global y representantes de organismos internacionales, terminó con un mensaje claro y directo a la comunidad internacional: la inacción frente al genocidio en Gaza no es una opción.

La reunión del 15 y 16 de julio no fue un acto simbólico. Fue una respuesta política, jurídica y estratégica de países históricamente marginados en la toma de decisiones globales, que ahora buscan articular una diplomacia con valores, en contraposición al doble rasero geopolítico que ha caracterizado la respuesta internacional ante la tragedia palestina.

El presidente colombiano Gustavo Petro, al clausurar la cumbre, afirmó: “La barbarie se derrota si Palestina es libre”. Una afirmación que sintetiza no solo la postura del gobierno colombiano, sino la emergencia de un relato global que exige justicia para Palestina y el fin de la impunidad israelí.

Las seis medidas: contenido y alcance

La Declaración de Bogotá establece una hoja de ruta con seis compromisos que —aunque aún dependen de voluntad política— podrían configurar un nuevo frente de presión internacional:

  1. Prohibición total de transferencia de armas y bienes de uso dual a Israel, lo que plantea una ruptura directa con los flujos de comercio militar que han sostenido la ofensiva en Gaza.
  2. Restricción de tránsito y puertos a buques con cargamento militar o vínculos con la maquinaria de guerra israelí.
  3. Revisión inmediata de contratos públicos, para impedir financiamiento directo o indirecto de la ocupación.
  4. Impulso a investigaciones por crímenes de guerra y genocidio, con base en el Estatuto de Roma y el sistema de justicia internacional.
  5. Apoyo explícito a la jurisdicción universal, permitiendo juzgar en tribunales nacionales a responsables de crímenes internacionales, sin importar su nacionalidad o lugar de los hechos.
  6. Llamado al ECOSOC de la ONU para investigar la situación de salud y nutrición en Gaza, especialmente en niños y niñas, y establecer rutas de asistencia humanitaria.

La declaración fue respaldada por los nueve países fundadores del Grupo de La Haya —Colombia, Sudáfrica, Bolivia, Cuba, Honduras, Malasia, Namibia, Senegal y Belice—, así como por Indonesia, Irak, Libia, Nicaragua, Omán y San Vicente y las Granadinas. Países como Brasil, Chile, México y España también enviaron observadores, evidenciando el interés creciente de América Latina y otras regiones en redefinir su lugar en el orden internacional.

Durante la conferencia, hubo intervenciones que marcaron el tono y el contenido de la declaración. La relatora especial de la ONU sobre los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, fue una de las más enfáticas: “Se deben suspender por completo todos los vínculos con Israel: militares, diplomáticos, económicos y culturales. Lo contrario es complicidad”.

Por su parte, el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, destacó que: “Las sentencias de la Corte Internacional de Justicia califican la ocupación como ilegal. Debemos continuar elevando la presión diplomática hasta lograr el fin de esta ocupación”.

Sigue aquí la transmisión de la Conferencia de Emergencia sobre Palestina en Bogotá:

Ambos coincidieron en que la verdadera solidaridad no se mide en discursos, sino en medidas concretas. ¿Y ahora qué? El paquete de medidas aprobado en Bogotá ha sido calificado por algunos como “declarativo”, pero su importancia radica en el precedente político y legal que establece.

 El viceministro colombiano de Asuntos Multilaterales, Mauricio Jaramillo, lo expresó así: “Estas medidas aún no son vinculantes, pero son una hoja de ruta ética y política que legitima acciones futuras y fortalece el derecho internacional”.

Sin embargo, el desafío será la implementación. ¿Están los países firmantes dispuestos a asumir el costo diplomático y comercial de romper con Israel? ¿Pueden resistir la presión de potencias como Estados Unidos, que siguen respaldando militar y políticamente al gobierno de Netanyahu? ¿Cuál será el papel de los movimientos sociales y de las organizaciones de derechos humanos para exigir el cumplimiento de estas medidas?

Lo que se definió en Bogotá va más allá del conflicto israelí-palestino. Esta declaración refleja una reconfiguración geopolítica donde el Sur Global, históricamente excluido, está comenzando a hablar con una sola voz. No se trata solo de solidaridad con Palestina: se trata de dignidad, autodeterminación y justicia internacional.

Desde el fin del apartheid en Sudáfrica no se veía un esfuerzo diplomático tan articulado por parte del Sur Global para enfrentar una estructura de opresión legitimada por el poder. La Declaración de Bogotá, si se traduce en acción, podría inaugurar una nueva etapa de incidencia internacional desde el sur del mundo.

Lea la Declaración Conjunta sobre la Conclusión de la Conferencia de Emergencia sobre Palestina:

La Declaración Conjunta de Bogotá no será fácil de implementar, pero representa un paso audaz en la construcción de una diplomacia comprometida con los pueblos y no con las potencias. Es, al mismo tiempo, un grito de denuncia y una propuesta de acción. Porque como dijo Petro: la libertad de Palestina es también la derrota de la barbarie.

Foto: Cancillería de Colombia

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