“La salud se la han robado sistemáticamente”: Petro revela cifras alarmantes de la crisis en EPS y llama a reformar el sistema
En la alocución transmitida la noche del 13 de julio, el presidente Gustavo Petro expuso lo que calificó como un “robo sistemático” al sistema de salud, responsabilizando a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) por el desvío y mal manejo de recursos públicos, las deudas históricas con hospitales y clínicas, y una violencia institucional que, en sus palabras, ha costado vidas que pudieron salvarse.
El mandatario aseguró que su gobierno ha girado más recursos al sistema de salud que cualquier administración anterior, pero denunció que “le entrego más dinero que nunca a las EPS y se lo robaron”. De acuerdo con Petro, sólo dos EPS cumplen con los requisitos legales de reservas técnicas y margen de solvencia, mientras que la mayoría opera sin capacidad financiera de respaldo.
Uno de los puntos centrales de su intervención fue la diferencia entre los giros de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) y los ingresos reportados por las EPS. Según las cifras oficiales, en 2024 se giraron $87,89 billones, pero las entidades reportaron apenas $85,18 billones, dejando un faltante de $2,71 billones que “no aparecen”.
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La Contraloría, por su parte, ha reportado que la deuda acumulada de las EPS con hospitales, clínicas y prestadores de servicios alcanzó los $32,9 billones a diciembre de 2024. Petro advirtió que, si se actualizan las cifras con inflación y se rastrea desde la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993, esa deuda podría superar los $100 billones.
El presidente también señaló que las EPS no intervenidas duplicaron sus deudas con clínicas y hospitales en el último año, al tiempo que denunció que la concentración financiera ha generado un colapso en la red hospitalaria, afectando directamente la atención de millones de colombianos.
Las reacciones no se hicieron esperar. El gremio de las EPS, representado por Acemi, cuestionó las afirmaciones del presidente, argumentando que algunas cifras están sobredimensionadas y que no todas las diferencias equivalen a corrupción. Sanitas, intervenida por el Gobierno y controlada por el grupo español Keralty, rechazó los señalamientos y denunció que la actuación estatal ha sido arbitraria y devastadora para su operación.
Expertos independientes coinciden en que el sistema de salud colombiano atraviesa una crisis estructural que no se explica únicamente por corrupción. Entre las causas mencionan un financiamiento insuficiente, problemas de gestión administrativa, retrasos en los pagos, barreras en el acceso a tratamientos y deficiencias regulatorias.
Pese a ello, la alocución de Petro ha marcado un punto de quiebre en la narrativa oficial: la salud como un derecho fundamental ha sido, según el presidente, vulnerada por un modelo de intermediación que convirtió el acceso en un negocio, acumulando deudas millonarias y dejando hospitales al borde de la quiebra.
El reto ahora será transformar ese diagnóstico en reformas concretas que fortalezcan la transparencia, garanticen la sostenibilidad del sistema y mejoren la atención de los ciudadanos. La frase con la que el presidente cerró su discurso resume la gravedad de la denuncia: “la salud se la han robado sistemáticamente”.
