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NYC vota cambio: la elección de Zohran Mamdani desafía la política tradicional

El Medio
  • noviembre 5, 2025
  • 7 min de lectura
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NYC vota cambio: la elección de Zohran Mamdani desafía la política tradicional

La victoria del joven progresista marca un punto de inflexión en la ciudad más influyente de Estados Unidos y envía un mensaje que incomoda al poder tradicional.

Por Laura Muñoz · Especial para El Medio

Lo esencial

  • La elección de Zohran Mamdani como alcalde de Nueva York (NYC) representa un giro político y cultural sin precedentes.
  • Es el primer alcalde musulmán y uno de los más jóvenes en ocupar el cargo, rompiendo barreras de representación y poder.
  • Su agenda prioriza vivienda asequible, transporte público, servicios sociales y justicia económica.
  • Su triunfo abre un debate sobre el futuro de las grandes ciudades y el rumbo de la política progresista en tiempos de polarización.

Un cambio que se venía gestando

El triunfo de Zohran Mamdani en las elecciones del 4 de noviembre de 2025 no es un accidente político ni un hecho aislado en la historia electoral de Nueva York (NYC): obtuvo 1.036.051 votos (50,4%) frente a 854.995 de Andrew Cuomo (41,6%), expresión de una ciudadanía cansada de modelos de ciudad que por años favorecieron a élites financieras, grandes desarrolladores y una idea de “progreso” desconectada de la vida cotidiana de los neoyorquinos.

Con poco más de 30 años, Mamdani irrumpe como símbolo generacional, identitario y político: hijo de inmigrantes provenientes de Uganda e India, activista de base, defensor del transporte público, la vivienda asequible y la justicia social. Su elección rompe con los moldes clásicos del liderazgo urbano en la ciudad más observada del planeta.

Su llegada a la alcaldía es relevante no solo por quién es, sino por lo que representa: el avance de una corriente de izquierda urbana que piensa la ciudad desde la dignidad, la igualdad de oportunidades y el acceso a derechos básicos.

Representación y ruptura simbólica

Que NYC —un centro financiero global, un motor cultural y mediático del mundo— elija a su primer alcalde musulmán y de origen inmigrante, envía un mensaje a nivel nacional e internacional. Habla de una ciudad en disputa, que no se resigna a ser definida solo por Wall Street, Silicon Alley o el consumo de lujo.

Esta victoria también interpela al imaginario político estadounidense, donde por décadas el acceso a cargos estratégicos ha sido restringido por barreras de clase, raza, religión y capital económico. La elección de Mamdani deja claro que las nuevas generaciones no solo quieren participar: quieren transformar.

Una línea publicada por El País tras el resultado electoral lo resume con claridad: “Los demócratas tenemos mucho que aprender de él.” La frase expone el desconcierto —y a la vez un reconocimiento— dentro del propio Partido Demócrata frente a la necesidad de reorganizar estrategias tradicionales que ya no responden a las urgencias ciudadanas.

Nueva York (NYC) votó por un modelo de ciudad distinto

La campaña de Mamdani no giró en torno a eslóganes vacíos ni a promesas grandilocuentes sin sustento. Su narrativa fue clara: las ciudades deben servir a la gente que las habita, no a los intereses corporativos. En medio del aumento del costo de vida, la crisis de vivienda, la precarización laboral y el deterioro del transporte público, su mensaje conectó con problemas reales.

Tres pilares resumen su propuesta:

  1. Vivienda como derecho, no mercancía
    La crisis de alquileres en NYC es estructural: el índice de vacancia neta cayó a 1,41% en 2023 (de 4,54% en 2021), con solo ~33.210 unidades disponibles para arrendar en una ciudad de casi 2,4 millones de viviendas en arriendo. Este “cuello de botella” alimenta precios récord y desplazamientos, frente a los cuales Mamdani se posicionó contra los abusos inmobiliarios y la gentrificación acelerada.
  2. Transporte público accesible y eficiente
    NYC “vive en movimiento”, pero hoy arrastra indicadores problemáticos: los buses corrieron a 8,17 mph en promedio en 2024 —una velocidad de ciudad lenta— y la evasión de pasajes le costó al MTA ~US$1.000 millones en 2024, presionando tarifas y servicios. De ahí su apuesta por un sistema más financiado, equitativo y con alivios para estudiantes, mayores y trabajadores esenciales.
  3. Estado presente en servicios sociales
    Salud, cuidado infantil, educación y derechos sociales aparecen como pilares de cohesión urbana sobre los que anclar el nuevo contrato ciudadano.

Su victoria evidencia que cuando una campaña prioriza la vida cotidiana del ciudadano —y no los intereses de cúpulas políticas o empresariales—, la respuesta electoral cambia.

Un mensaje incómodo para el establishment

El triunfo de Mamdani incomoda. No es un secreto.
El modelo de ciudad que propone desafía intereses económicos profundamente instalados: grandes dueños de tierras, lobbies inmobiliarios, corporaciones privadas y consultoras que han manejado prioridades urbanas durante décadas.

Mamdani no llega con un libreto continuista, sino con la intención de redistribuir poder urbano. Esto implica tensión política desde el primer día: con el sector inmobiliario,  la vieja guardia del Partido Demócrata y con actores financieros con amplia influencia en la ciudad

Su victoria no solo fue electoral; fue cultural. NYC no votó únicamente por un alcalde: votó por otro relato de ciudad.

Gobernar lo que se promete: un desafío complejo

Llegar al poder con un proyecto progresista es una cosa; ejecutarlo en medio de intereses cruzados es otra. Mamdani enfrentará una tensión constante entre expectativa social y límites institucionales.

Gobernar NYC implica lidiar con:

  • Un aparato burocrático robusto y resistente al cambio
  • Un concejo municipal con fuerzas políticas diversas
  • Presiones mediáticas y empresariales que moldearán opinión
  • Un modelo económico urbano sostenido en el mercado inmobiliario

La ciudadanía votó por transformación, no por administración. Eso eleva la vara: cada retroceso será escrutado; cada avance, celebrado o atacado.

El reto será demostrar que una gestión pública progresista puede ser eficaz, sostenible y transformadora, sin diluir su esencia.

Un triunfo con impacto internacional

La elección de Mamdani se da en un momento en el que varias ciudades del mundo debaten nuevos modelos urbanos frente a desigualdad, vivienda, migración y crisis climática.

El caso de NYC amplifica el debate porque: es una vitrina mundial, un centro cultural y mediático y, una marca tendencias y políticas globales

Su triunfo abre preguntas clave: ¿Puede una megaciudad ser gobernada desde un modelo de justicia social sin frenar desarrollo económico? ¿Pueden los derechos dejar de ser mercancía sin romper el tejido urbano?. NYC será un laboratorio observado por gobiernos, académicos y movimientos ciudadanos.

Por qué importa para América Latina. Aunque con contextos distintos, hay aprendizajes que atraviesan fronteras:

  1. La representación importa
    Liderazgos diversos transforman políticas y sentidos colectivos.
  2. Las campañas de raíz ciudadana están tomando fuerza
    Territorio y comunidad le están ganando terreno al marketing político vacío.
  3. La juventud quiere autenticidad y valentía
    Transparencia, convicción y agenda clara vencen al discurso reciclado.
  4. La ciudad es el nuevo campo de disputa política
    Alcaldías son hoy centros de innovación democrática.
  5. El relato precede a la política
    Cambiar la conversación sobre qué es una ciudad abre camino a cambiarla.

Claves del programa de Mamdani (en 5 puntos)

  1. Congelar aumentos de alquiler para frenar desplazamientos y gentrificación.
  2. Transporte público gratuito progresivo, iniciando con estudiantes y trabajadores esenciales.
  3. Cuidado infantil universal, financiado con fondos públicos y alianzas comunitarias.
  4. Reforma fiscal urbana para que grandes propietarios y corporaciones aporten más.
  5. Ciudad santuario ampliada que protege a migrantes y garantiza el acceso a servicios.

Zohran Mamdani no es solo un nuevo alcalde; es el síntoma de un cambio profundo en el modo de entender la ciudad: quién la habita, quién decide sobre ella, quién la disfruta y quién la padece. Su triunfo revela la tensión entre el viejo paradigma de ciudad-negocio y el de ciudad-derecho.

Lo que ocurra en NYC durante su mandato será observado de cerca. Allí se evaluará no solo si se puede ganar con una agenda progresista, sino si se puede gobernar con ella.

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