Julián Molina asume el MinTIC: retos y oportunidades para la digitalización en Colombia

El presidente Gustavo Petro ha confirmado a Julián Molina como el nuevo ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), en reemplazo de Mauricio Lizcano. Su llegada marca un nuevo capítulo en la estrategia gubernamental para cerrar la brecha digital y fortalecer la infraestructura tecnológica del país.
Su experiencia en el sector público incluye cargos en la Superintendencia de Subsidio Familiar, donde fue superintendente entre 2020 y 2022 durante el gobierno del expresidente Iván Duque. También ha desempeñado funciones en la Superintendencia de Industria y Comercio y en la Defensoría del Pueblo, lo que le ha permitido conocer de cerca el funcionamiento de las políticas públicas en telecomunicaciones y servicios digitales.
Su designación proviene de una terna presentada por el Partido de La U, en la que también figuraban Said Naví Lamk Beltrán, director ejecutivo de la Red Nacional Académica de Tecnología Avanzada de Colombia (Renata), y Jhon Alejandro Linares Cambero, exgerente del Canal 13.
Desafíos clave para el nuevo ministro
La gestión de Julián Molina al frente del MinTIC estará marcada por varios desafíos estructurales en el sector digital y de telecomunicaciones en Colombia:
1. Cierre de la brecha digital. A pesar de los avances en conectividad, aún existen comunidades rurales y apartadas con acceso limitado a internet y telefonía móvil. Molina deberá trabajar en la ampliación de la infraestructura de telecomunicaciones, facilitando el acceso a tecnologías asequibles y promoviendo inversiones que lleven conectividad a las regiones más rezagadas.
2. Fortalecimiento del talento digital. Colombia enfrenta un déficit creciente de profesionales en tecnologías de la información. Sectores como inteligencia artificial, ciberseguridad y desarrollo de software requieren mayor capacitación y oferta laboral. El MinTIC deberá fortalecer programas de educación digital y trabajar en alianzas con instituciones académicas y el sector privado para potenciar la formación en habilidades tecnológicas.
3. Regulación y estabilidad del mercado de telecomunicaciones. El sector de telecomunicaciones enfrenta una reestructuración con impactos en la competencia y en la estabilidad financiera de los operadores. Empresas como WOM y Tigo han atravesado dificultades económicas, mientras que la posible fusión de Tigo y Movistar podría alterar el equilibrio competitivo. Molina tendrá que garantizar una regulación efectiva que favorezca la estabilidad del mercado sin afectar la calidad y accesibilidad de los servicios para los usuarios.
4. Transformación digital del Estado. La digitalización de los servicios públicos es un objetivo prioritario para mejorar la eficiencia y transparencia gubernamental. Molina deberá impulsar la implementación de tecnologías emergentes, como blockchain e inteligencia artificial, en la gestión estatal, promoviendo plataformas más accesibles y seguras para los ciudadanos.
El sector TIC es clave para el desarrollo económico y social de Colombia, y la gestión de Molina estará en el centro de la transformación digital que el país necesita.
Foto: Supersubsidio