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Sociedad y Cultura

Manaure, Balcón del Cesar: cuna del Festival Vallenato Mayor

El Medio
  • marzo 16, 2025
  • 3 min de lectura
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Manaure, Balcón del Cesar: cuna del Festival Vallenato Mayor

Por Laude Fernández Araujo

En las entrañas del departamento del Cesar, donde el río Magdalena susurra melodías ancestrales y la Sierra Nevada de Santa Marta guarda los secretos de generaciones de músicos, se erige Manaure. Este pequeño municipio, conocido como el «Balcón del Cesar», se ha transformado en un refugio para los verdaderos maestros del vallenato, aquellos juglares que superan los 60 años y que han dedicado su vida a preservar la esencia de este género musical.

El Festival Vallenato Mayor (FVM) nació como una respuesta auténtica y necesaria ante la comercialización que comenzó a experimentar el tradicional Festival de Valledupar desde 1968. Mientras las grandes figuras, la farándula y la política se apoderaban del escenario valduparense, muchos verdaderos exponentes del vallenato quedaban excluidos por motivos tan diversos como sus ocupaciones cotidianas, la distancia, la falta de recursos o simplemente por mantenerse fieles a sus raíces.

Figuras emblemáticas como Toño Salas, Leandro Díaz, Santander Durán Escalona, Juan Manuel Muegues, Ovidio Romero y Rafael Salas —pilares fundamentales de lo que hoy conocemos como folclor vallenato— continuaron gestando su música en la intimidad de sus hogares. Con bebidas fermentadas caseras como el chirrinchi, el churro y el guarapo, organizaban parrandas en los patios de sus casas, manteniendo viva la esencia del vallenato auténtico.

La «Ruta de los Juglares» marca el inicio del festival, un recorrido casi mítico que evoca los antiguos senderos transitados por los trovadores. Este camino serpenteante puede atravesar el sur de La Guajira, el norte del Cesar o incluso adentrarse en tierras del Magdalena, territorios que alguna vez conformaron el majestuoso Magdalena Grande. Es un viaje que comienza en Pivijay, atraviesa Fundación, Rincón Hondo, San Roque, Chiriguaná y Chimichagua, para luego seguir por El Banco, Fonseca y Barrancas, hasta finalmente alcanzar Manaure.

A diferencia del festival de Valledupar, el FVM se caracteriza por su naturaleza cultural y familiar. Aquí no hay espacio para bebidas alcohólicas, creando un ambiente propicio para que todas las generaciones se sumerjan en la tradición vallenata. La entrada es libre y gratuita, tanto para los participantes como para el público, fomentando un espacio de inclusión genuina.

Por el festival han desfilado exponentes del vallenato clásico como Elvert Araujo Daza y José María «Chemita» Ramos Rodríguez, además de contar con invitados especiales y homenajeados de la talla de Rita Fernández Padilla, Lucy Vidal, «El Pollo Negro» Beto Rada, Camilo Namen Rapalino y Ciro Quiroz Otero.

Gestionado inicialmente por Leidys J. Pinto B., Federico Romero y Laude Fernández Araujo (su presidente), el Festival Vallenato Mayor se ha convertido en mucho más que un simple evento musical. Es un encuentro con la historia, una celebración de la tradición y un legado para las generaciones futuras.  En Manaure, el «Balcón del Cesar», la música vallenata original sigue viva, transmitiendo su mensaje de generación en generación, resistiendo a la comercialización y recordándonos que el verdadero vallenato es aquel que nace del alma y se entrega con el corazón.

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