Petro propone un nuevo paradigma global: diálogo entre civilizaciones para enfrentar la crisis climática y construir una humanidad unida

En un enfático discurso durante la ceremonia de apertura de la IV Reunión Ministerial del Foro China-Celac, el presidente de Colombia y actual presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Gustavo Petro, hizo un llamado urgente a replantear el rumbo de la humanidad. Su propuesta: superar las lógicas del Estado-nación y abrir paso a un nuevo paradigma de cooperación internacional basado en el diálogo entre civilizaciones.
Desde el podio en Beijing, y acompañado por líderes como Xi Jinping, Lula da Silva y Gabriel Boric, Petro se apartó de los discursos tradicionales para cuestionar frontalmente la teoría del «choque de civilizaciones» del politólogo Samuel Huntington. En su lugar, propuso una visión integradora que, según él, China también promueve, y que Latinoamérica está dispuesta a abrazar.
“Un diálogo entre civilizaciones no se puede imponer, es un norte para las relaciones entre la Celac y China… es una posibilidad que China… quiere, y nosotros también queremos”, expresó Petro.
El mandatario colombiano planteó que esta nueva lógica global debe estar orientada a la defensa de la vida, la equidad, y la acción decidida frente a la crisis climática, afirmando que la paz verdadera sólo puede ser fruto de una humanidad unida sobre su propia diversidad.
De la competencia al diálogo horizontal
Petro señaló que las relaciones internacionales han sido históricamente verticales y marcadas por la imposición. Frente a esto, propuso una arquitectura horizontal entre civilizaciones, libre de imperialismos y autoritarismos, donde se construya desde el «tú a tú» una comunidad internacional enfocada en la cooperación energética, el conocimiento compartido y la protección del planeta.

“¿Cómo podría haber un diálogo fructífero si no hablásemos de energías limpias? ¿De descarbonización? ¿De cómo lograr, a partir de la ayuda en la descarbonización del norte de América, la prosperidad del sur?”, se preguntó.
El presidente también lamentó el estancamiento de proyectos claves como la interconexión energética entre Colombia y Panamá, o una gran red energética suramericana que permitiría descarbonizar la matriz energética de los Estados Unidos. Según él, estos fracasos reflejan la ceguera ideológica frente a la urgencia climática.
Latinoamérica como eje de la transición energética
En uno de los momentos más enfáticos de su intervención, Petro afirmó que América del Sur, junto con África, tienen el mayor potencial para liderar la transición hacia energías limpias, gracias a sus recursos naturales y condiciones geográficas. Sin embargo, insistió en que esto sólo será posible si se generan flujos de capital que transformen esa potencia en acción concreta.
“Con África y América del Sur podríamos ayudar fundamentalmente en la descarbonización económica… sería un enriquecimiento mutuo, una cooperación humana, la construcción de un sujeto político que se puede llamar humanidad”.

Además, el presidente propuso un ambicioso proyecto de conexión digital entre China y América Latina a través de fibra óptica submarina, lo que permitiría intercambiar conocimiento y avanzar en una cooperación tecnológica sin precedentes, en tiempos dominados por la inteligencia artificial.
“La fibra óptica lleva un contenido que en tiempos de la Inteligencia Artificial es ni más ni menos que el conocimiento humano”.
Una visión global desde el sur
La intervención de Petro se suma a una creciente corriente de pensamiento global que busca descentrar el poder político y económico del norte global y reconocer el papel protagónico del sur en la solución de los grandes desafíos contemporáneos.
Con su llamado al diálogo entre civilizaciones, el mandatario colombiano instó a dejar atrás los paradigmas del conflicto, la exclusión y la competencia, y construir, en su lugar, una humanidad articulada en torno al respeto, la diversidad cultural, la cooperación energética y la defensa de la vida.
La propuesta quedó sobre la mesa ante líderes de América Latina y el Caribe, Asia y organizaciones internacionales. El Foro China-Celac avanza esta semana con sesiones bilaterales y multilaterales, donde esta visión del presidente Petro podría abrir nuevas rutas de entendimiento entre regiones históricamente distantes, pero ahora unidas por un destino común: la supervivencia del planeta y de la especie humana.
Fotografía: Juan Diego Cano – Presidencia de la República.