Con el campo en el centro: Petro retoma Consejo de Ministros con duro mensaje sobre violencia laboral

La transmisión del Consejo de Ministros volvió al aire con un fuerte llamado presidencial en defensa de la reforma agraria y la justicia laboral. El deterioro del suelo y el acaparamiento de tierras, en el centro del debate.

Luego de semanas sin transmisión, el presidente Gustavo Petro volvió a liderar públicamente un Consejo de Ministros, cargado de contenido político, memoria histórica y una defensa decidida de la reforma agraria. El mandatario no solo denunció la censura de los canales privados de televisión, sino que, al conectar el presente con heridas del pasado, afirmó sin rodeos: “Usaban paramilitares para matar trabajadores”.

La sesión, marcada por la salida reciente de Gustavo Bolívar de la dirección del Departamento para la Prosperidad Social, giró en torno a dos ejes claves del Gobierno: la reforma laboral y la reforma agraria. Petro las abordó como partes de una misma estructura que busca corregir deudas históricas con el campo colombiano y los trabajadores.

“Decir que si el trabajador gana menos, el empresario se enriquece, es esclavismo disfrazado de modelo económico. Y peor aún: cuando los trabajadores exigían sus derechos, se recurría a los paramilitares. Eso también lo tenemos que decir”, sentenció el jefe de Estado.

Suelo, seguridad alimentaria y justicia territorial

Durante el encuentro, la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, entregó un diagnóstico preocupante: Colombia está perdiendo su capacidad productiva por el deterioro del suelo. “Desde los años 60, los estudios lo confirman: estamos degradando nuestras tierras con malas prácticas, expansión urbana y abandono institucional”, afirmó.

Señaló como ejemplo el caso de Bogotá, donde suelos fértiles en la periferia norte han sido reemplazados por urbanizaciones. “Eran suelos clase Agrológica dos, capaces de alimentar a la ciudad directamente, pero fueron sacrificados ante la expansión inmobiliaria”, advirtió Mojica.

La funcionaria también denunció el acaparamiento de tierras como uno de los principales obstáculos para una reforma efectiva. “Las sabanas comunales y los playones fueron entregados a privados a través de maniobras legales e ilegales. Hoy estamos empezando a devolver esas tierras a las comunidades campesinas”, dijo.

Áreas protegidas: una apuesta para el futuro

El Gobierno anunció que ha iniciado la delimitación de áreas de especial protección para la producción de alimentos, un proyecto que pretende blindar los suelos estratégicos de la presión extractiva y urbanística. Regiones como el sur de La Guajira, el suroeste antioqueño y la sabana centro de Cundinamarca han sido priorizadas.

“Esta es una lucha por el suelo, pero también por el derecho a alimentarnos dignamente. No hay soberanía sin campesinado ni seguridad alimentaria sin tierra fértil”, puntualizó la ministra.

Reforma integral: ¿una nueva etapa?

Desde agosto de 2023, el Gobierno reactivó el Sistema Nacional de Reforma Agraria, con el objetivo de coordinar a las instituciones del Estado con las comunidades rurales. Este sistema trabaja en ocho líneas estratégicas, entre ellas la redistribución de tierras, el ordenamiento territorial rural y el impulso a la economía campesina.

Para Petro, estas reformas no pueden seguir esperando. En su intervención, insistió en que el país necesita una transformación estructural que no se limite a subsidios o buenas intenciones, sino que toque el fondo del problema: la tierra y el trabajo.

“Colombia no puede seguir alimentando desigualdades con discursos técnicos. La reforma rural y la justicia laboral no son lujos ideológicos, son compromisos de paz”, concluyó.

Con este Consejo de Ministros, el Gobierno parece apostar por una nueva narrativa: una que entrelace la historia reciente con las necesidades actuales, y que pone en el centro al campo, la tierra y los derechos laborales como pilares de una Colombia distinta.

Fotografía: Andrea Puentes y Ovidio González – Presidencia de la República