El último mensaje del periodista Hossam Shabat: que su historia y la de su pueblo no sean olvidadas

La voz del periodista Hossam Shabat ha sido silenciada, en un mensaje póstumo, el joven comunicador dejó su última voluntad: que su historia y la de su pueblo no sean olvidadas.

«Si estás leyendo esto, significa que me mataron», comienza su conmovedor testimonio. Con tan solo 21 años, Hossam era un estudiante universitario con sueños, como cualquier otro joven. Sin embargo, la guerra lo transformó en un cronista incansable de los horrores que asolaron el norte de Gaza. Durante los últimos 18 meses, dedicó cada segundo de su vida a documentar la brutalidad del conflicto, decidido a mostrar al mundo la verdad que muchos intentaban ocultar.

Shabat narró cómo la guerra lo empujó a sobrevivir en condiciones extremas: durmiendo en aceras, escuelas y tiendas de campaña, enfrentando hambre y peligro constante. Pese a todo, nunca abandonó su misión ni a su pueblo. «Por Dios, cumplí con mi deber como periodista», escribió, subrayando su compromiso inquebrantable con la verdad y con la causa palestina.

El joven periodista sabía que su labor lo ponía en la mira. Consciente del riesgo, continuó informando, arriesgándolo todo. Ahora, dice en su mensaje, ha encontrado la paz que le fue arrebatada en vida. «Creo que esta tierra es nuestra y fue el mayor honor de mi vida morir defendiéndola», expresó con convicción.

Su última petición es un llamado urgente al mundo: que Gaza no sea olvidada. «No dejes que el mundo aparte sus ojos de ella. Sigamos luchando, sigamos contando nuestras historias, hasta que Palestina sea libre».

Hossam Shabat se une a la dolorosa lista de periodistas que han perdido la vida en el ejercicio de su labor en Gaza, una de las zonas más peligrosas para la prensa. Su mensaje, más que una despedida, es una advertencia: la verdad no muere con quienes la cuentan, sino que se multiplica en quienes se niegan a olvidar.