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Aunque el patinaje de pista en Colombia se destaca por triunfar con 18 títulos mundiales desde el año 2000, siendo el último el 13 de noviembre de 2021 en el Mundial de Ibagué, al no estar incluido en los Juegos Olímpicos de Verano y tampoco ser un deporte profesional, conlleva a una falta de reconocimiento y de visibilidad para este deporte. O es lo que piensa Alexandra Vivas, 11 veces campeona mundial de patinaje de pista. Además, esto desemboca en problemas que afectan el desarrollo de los deportistas, así como la falta de financiación.

El no ser un deporte olímpico y el no ser un deporte profesional genera consecuencias a nivel económico que afectan a los deportistas. En su experiencia, Alexandra Vivas ha podido identificar que se les otorga una menor remuneración a los deportistas no olímpicos y además hay una menor inversión en deportes como el patinaje. A largo plazo esto limita el desarrollo de sus carreras porque impide la creación de espacios y la adquisición de bienes necesarios para el buen desarrollo deportivo.

El hecho de que el patinaje de pista no tenga participación en los Juegos Olímpicos de Verano es uno de los factores que influye en el poco reconocimiento que reciben los deportistas. De la misma manera, esta situación genera repercusiones económicas determinantes para ellos.

Vivas explica que el Ministerio del Deporte entrega lo equivalente a “50 salarios mínimos mensuales vigentes” a un patinador por ganar una medalla de oro que lo ratifique como campeón mundial. Asimismo, la resolución 1834 de 2017 establece que quien le entregue al país una presea Olímpica de oro recibirá 240 salarios mínimos. Para los deportistas ha resultado problemático sentir que, a pesar de su alto rendimiento y de sus grandes esfuerzos, no han recibido la remuneración de la que se consideran merecedores. Sobre esto, Herich Frasser, director de comunicaciones de la Federación Colombiana de Patinaje (Fedepatin), afirma que “estar en unos en unos Juegos Olímpicos de Verano es lo que le aporta el cuadro de medallería de un país”. Más allá de esto, queda claro que se trata de una medallería más reconocida y mejor remunerada.

Aquí se hace evidente un segundo problema que provoca la poca visibilidad del patinaje. Se trata de la falta de profesionalización de este deporte. Herich Frasser declara que “el patinaje no se ha profesionalizado en Colombia, a diferencia de otros países. Nosotros no tenemos patinadores profesionales. Tenemos patinadores de alto rendimiento que no son considerados profesionales. Aquí no tenemos, como en el fútbol, una liga». Lo compara con los casos de otros países como España, Portugal o Francia dónde sí se han profesionalizado varias modalidades de este deporte. «Hay hockey patín profesional, hay hockey en línea profesional. Por eso, muchos de nuestros deportistas van a jugar en las ligas de Europa”, asegura el director.

A largo plazo eso se traduce en una menor entrada de financiación estatal y de patrocinadores privados. De hecho, en palabras de Frasser “el principal patrocinador del patinaje colombiano son los padres de familia” quienes, en la mayoría de los casos, son los que se encargan de pagar por entrenadores y equipos pertinentes para la formación deportiva. Algo similar sucede con la programación de eventos de patinaje, pues al no contar con la disponibilidad monetaria se imposibilita el ejercicio de dichos escenarios. Esto, nuevamente, provoca la falta de notoriedad del patinaje colombiano.


Desde Fedepatín, la principal institución del patinaje en Colombia, se ha intentado maximizar la visibilidad de este deporte mediante el uso de recursos multimedia y transmisión en redes sociales, con el fin de que gane más visibilidad del público. Según lo explica Herich Frasser, existe un espacio denominado Fedepatín TV mediante el cual se realizan diferentes transmisiones en vivo de los eventos deportivos.

Además de un sitio web, la Federación utiliza su página de Facebook y un canal de YouTube para subir vídeos en formato en vivo. Las publicaciones permanecen en línea para ser repetidas o vistas después de la transmisión original. En su canal de YouTube cuentan con un poco más de 10.700 suscriptores. Sus videos tienen una cantidad de visualizaciones que va desde las 130 hasta las 6000 entradas dependiendo del contenido.

Todo parece indicar que es una estrategia que ha generado resultados medianamente favorecedores para atender al problema de reconocimiento de este deporte. A pesar de ello, para Frasser esta estrategia no ha sido, ni fácil de ejecutar, ni suficientemente fructífera. «Poder desplazar cámaras para una transmisión es costoso. Y esto incide mucho en que no lo podamos hacer todo el tiempo. Aun así la estrategia es esa, está encaminada en poder estar transmitiendo y visualizando cada vez más nuestro deporte», afirma.

Tanto Frasser como Vivas concuerdan en que hace falta más llegada a la televisión nacional. Para la deportista, es deseable contar con patrocinadores más poderosos para poder costear los gastos que implica la realización de este tipo de proyectos. De esta manera, podrían llegar a aparecer en televisión nacional.

«Todo el mundo puede meterse a YouTube o al Facebook de la Federación y ver la carrera que pasó hace un mes». Vivas compara el uso de redes sociales con la televisión por cable y explica que, en este segundo caso, las personas no tienen que hacer mucho esfuerzo para llegar a las transmisiones de patinaje, mientras que a través de otros medios hace falta hacer
varios clicks antes de llegar al contenido deseado. Según ella, es necesario generar un acceso inmediato a las transmisiones, pues esto supondría un incremento en el protagonismo de este deporte.

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